David contra Goliat

En uno de los platillos de la balanza están los mega grupos editoriales con la capacidad de editar más de 1800 títulos al año, con catálogos integrados por más de 20 mil autores y sellos editoriales que se cuentan por centenares, redes de distribución internacionales, infraestructuras que colman las librerías con exhibidores y publicidades…en el otro platillo están las editoriales artesanales.

Todos conocemos a las primeras, son aquellas editoriales cuyos libros los vemos promocionados en lugares tan disímiles como un ómnibus o supermercados; pero qué hay de las otras. ¿Dónde se encuentran esos pequeños sellos cuyas tiradas no superan los 100 ejemplares, algunos en formatos de fanzines y otros con ediciones tan cuidadas y especiales en sus ilustraciones y diseños que parecen una pequeña obra de arte?

La Feria de Editores en Buenos Aires es uno de esos maravillosos espacios que alberga durante 5 días a todos aquellos editores independientes que desafían a los números. Este año fue nuestra primera visita a FED y los resultados no pudieron ser mejores, entre el ambiente inundado de originales libros editados con visible dedicación, la variedad de autores, temáticas y procedencia de los proyectos, destacamos a Mochuelo ediciones y Buchwald.

Mochuelo nacida en 2014 y Buchwald en 2016 comparten este recorrido contracorriente, no solo internacional sino también nacional. La coyuntura argentina siempre desafiante en lo económico, parecería ser en un principio un motivo para el desaliento, pero resulta todo lo contrario.

Mochuelo:

_Nosotros estuvimos unos años en Europa, conocemos el mundo editorial de otros países, y lo que pasa acá es positivamente singular. Más allá de las crisis económicas, siempre prima el deseo de hacer, de crear, con lo que se tenga a mano. Nosotros estamos felices porque lo que hacemos suele hacernos conocer gente con la que compartimos gustos, y de cierto modo valores. Nuestros libros procuran ser bellos, pero a la vez decir algo real; algo que se escape de las agendas de los medios o instituciones.

Buchwald:

_ El mercado argentino del libro tiene una tradición muy generosa en cuanto a oferta y demanda, y eso hace que la máquina siga funcionando a través de las décadas y los mandatos. Hay una comunidad muy fuerte (me gusta llamarla así en lugar de “mercado”) que se mantiene viva gracias a todos los actores involucrados. Hay escritorxs, editorxs, librerxs, lectorxs, etc. que mantienen la llama encendida a pesar de que la tiranía de ciertos sectores (como el papel) sea una amenaza constante. Esa comunidad es lo que hace que sea tan satisfactorio hacer libros en Argentina. Y es la que nos salvará cuando todo se vuelva más difícil e insostenible.

En 2022 el diario La Nación titulaba: ¿No hay papel? La industria editorial preocupada porque no puede imprimir libros iUn artículo con un título que eriza a aquellos que amamos a los libros y que debió ser una razón para el desvelo, no parece haber cambiado demasiado hoy en día en que los precios en la vecina orilla son prohibitivos para sus habitantes. Pero, aun así, el espíritu de estas editoriales no decae y sus resultados son de una calidad inusual. En estas constantes circunstancias las intenciones de editar son fundamentales.

Mochuelo:

_ El sello responde a una serie de intereses personales y vitales que teníamos -y tenemos- en tanto amantes del arte y los oficios del libro. Por lo cual, empezar a ser editores fue un proceso natural y armonioso que retoma muchas intenciones previas.

Buchwald:

_ Con la entidad del libro en la coyuntura actual y su distribución como bien cultural, es que adoptamos la edición artesanal. No era nuestro objetivo tener lectores coleccionistas que se enfocaran en la excelencia de los materiales y técnicas de encuadernación, sino que buscábamos un camino que nos permitiera hacer libros cómo queríamos y con las capacidades financieras limitadas que teníamos. Eso siempre implica experimentar con lo que está a mano y, a la vez, correrse un poco de las reglas. Las ediciones artesanales permiten reconfigurar muchas de las condiciones que gobiernan el mercado como, por ejemplo, la polución de novedad constante para mantenerse visible en las vidrieras del circuito y los tiempos tan veloces como inverosímiles para llevar a cabo todo el proceso de producción. Sin duda eso fue un motor.

Las lógicas de ganancias no son las mismas para estas editoriales que para los grandes conglomerados y tampoco pretenden serlo, el foco se pone en el objeto y en conseguir espacios para divulgar su arte, un arte que parece retomar costumbres y formas de producción olvidadas.

Mochuelo:

_ Sobre el exterior, tenemos mucha relación con España, de hecho está por salir muy pronto William Morris estuvo aquí, un hermoso libro de y sobre el autor, que será publicado por los amigos de El Desvelo, de Santander. Como las tiradas son escasas y artesanales, no tenemos distribución; todo va y viene en pequeñas cantidades en valijas. Por eso la proyección es más “artesanal” que cuantitativa. Después, solemos hacer envíos a Chile o Uruguay, siempre con la misma modalidad.

Buchwald:

Llegamos al exterior a través de ferias en las que asistimos como invitados o en ferias argentinas (FED, Migra, Edita, Invierno) con presencia fuerte de librerías de Latinoamérica, como en el caso de Puro Verso. Las ferias son espacios que nos dan mucha apertura para exhibir nuestro catálogo y conocer a nuestros lectorxs y librerxs. Ese acercamiento siempre redunda en conocimiento de las preferencias e inquietudes, y por consiguiente en los libros por venir.

Las opciones de lectura están sobre la mesa, desde Puro Verso solo nos queda recomendar a estas dos editoriales cuyo trabajo excede el simple hecho de imprimir palabras en papel, y les dejamos la carta de presentación que ellas mismas les dirigen:

Mochuelo

Somos una editorial artesanal dedicada a textos que consideramos útiles; no nos ceñimos a las especializaciones, buscamos autores y obras que tengan un contenido bello y que a la vez promuevan la reflexión y la libertad, aunque fuera en cantidades escazas.

Asimismo, podemos tranquilamente elegir creaciones algo bizarras, o que lo parecen para esta posmodernidad que tiene a la brutal uniformidad. Por eso encontrarán a Blake, Paracelso, ensayos anarquistas de Rafael Barrett hasta un ensayo sobre esa suerte de mesianismo que habitaba en Le Corbusier, artista del que mostramos sus facetas menos conocida, como la de pintor o escritor.

Buchwald

BUCHWALD idea un catálogo de máximo 6 títulos por año con tiradas de 50 ejemplares cada uno. Dedicamos a cada título el tiempo que los libros mismos en su singularidad nos impongan. Editamos no solo para compartir nuestras lecturas, sino también para que esas lecturas regresen permanentemente henchidas con la de nuestros lectores. Y nos gusta pensar que, además, la edición artesanal se nos ofrece como una mediación, una forma estética que puede ser, ella misma, un potencial contenido.

Por Soledad Viera

i https://www.lanacion.com.ar/cultura/no-hay-papel-la-industria-editorial-preocupada-porque-no-puede-imprimir-libros-nid09022022/

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